sábado, 14 de junio de 2008

Presentan robots humanoides que son capaces de tener sexo


Las medidas de Andy son de infarto (101-56-86) y tiene algo con lo que sueñan millones de hombres: "una paciencia infinita". Así lo explica la empresa que produce a Andy, un robot que, entre otras opciones, tan cariñosa ella, ofrece servicios como "un sistema de felación de intensidad variable" y "calefacción regulable" para elevar su temperatura. Sólo sus pies son fríos, "como en la realidad", según David Levy, el investigador británico estrella de un congreso que se celebrará los próximos 12 y 13 de junio en la Universidad de Maastricht, Holanda, y en el que se analizarán las relaciones entre humanos y máquinas.

Levy considera que el robot sexual --que puede ser masculino y femenino-- "creará un nuevo orden mundial". Experto en inteligencia artificial, acaba de publicar "Amor y sexo con robots: la evolución de las relaciones humano-robóticas". Está convencido de que en un plazo de 40 años, humanos y robots formarán parejas. Y que los robots nos enseñarán prácticas sexuales que ni hemos imaginado y que hasta nos remorderá la conciencia si les somos infieles. Según Levy, no es raro que la gente se sienta unida a sus animales de compañía virtuales, como el pequeño robot Aibo. Así que, según este investigador, "no habrá que sorprenderse si el hombre se compromete con humanoides". Cuenta Levy que, durante siglos, los marineros holandeses se fabricaban muñecas sexuales de cuero con las que mantenían "relaciones sexuales". Aunque estas muñecas ya no son de cuero, en Japón se las sigue llamando "esposas holandesas" y se venden exitosamente modelos hiperrealistas que copian, casi con exactitud, el cabello y la piel de las jóvenes japonesas.


Uno de los problemas que conllevarían esas relaciones robóticas sería de fidelidad. Porque los robots, hasta ahora, no diferencian entre una persona y otra, lo que podría derivar en constantes infidelidades que romperían la "relación". Pero según Levy, los progresos serán rápidos y dar a los robots sentimientos humanos como la empatía, el humor, la comprensión y el amor "no es más que un problema tecnológico". La empatía, cree Levy, "se resume esencialmente en un aprendizaje", por lo que es "relativamente fácil de aplicar a los robots. Todo lo que la máquina debe hacer es observar a su pareja --humana--, formular hipótesis inteligentes y a partir de ellas actuar en consecuencia".


Se pregunta Levy: "Si un robot se comporta como si tuviera sentimientos, ¿qué nos permitirá decir que no los tiene? Si dice 'te quiero', ¿por qué no lo creeremos si su comportamiento lo corrobora?". Además, este investigador argumenta las ventajas de una relación con un robot: "no habrá infidelidades, ni malos humores, ni obsesión por la limpieza ni por el fútbol y las cervezas con los amigos". Y será inmortal, pues su personalidad la guardaremosen un disco duro y si se rompe, lo "resucitaremos".Pero sin duda, lo mejor será el sexo. El compañero nunca saldrá disparado de la cama después del acto sexual y la compañera nunca tendrá dolor de cabeza. El robot, además, será como el kamasutra: se le podrán instalar centenares de posturas y ser configurado en "modo aprendizaje" para quienes se inicien en los misterios del sexo. Todo será ajustable, desde la profundidad de la vagina y la talla del pene, hasta el olor corporal y la temperatura.

Luego de leer esta noticia, rafa fue "feliz".

1 comentario:

Tegin dijo...

rafa no había fallecido ya?

puto el que ingresa entradas a este blog